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17 DE MAYO LA PARADOJA ENTRE EL FESTEJO A LA DIVERSIDAD Y EL APOYO A LAS CULTURAS DEL ODIO EN UNA CIUDAD QUE SE DICE GAY FRIENDLY.

Por Alberto Rocha Pedraza *

Como se anunció con oportunidad, la edición 2014 de la Feria de las Culturas Amigas se realizará del 17 de mayo al 1 de junio próximos en el Zócalo capitalino, inicia justo el día en que la ciudad gay friendly celebra el Día Nacional contra la Homofobia. Sin embargo los discursos y los intereses se contraponen y dejan ver lo lejos que estamos de ser una ciudad amistosa con la diversidad sexual.

Según lo anunció el mismo Jefe de Gobierno durante la presentación del evento, este año participarán más de 80 países y se espera superar los dos millones de visitantes. “Queremos refrendar esta vocación de la Ciudad de México, una vocación precisamente de amistad, de proyección y de fraternidad con todos los pueblos del mundo”, dijo el Jefe de Gobierno capitalino.

En su oportunidad, el titular de la Secretaría de CulturaEduardo Vázquez, señaló que primer cuadro de la ciudad es “un espacio histórico, cultural, social y político más importante, que representa los valores de inclusión de democracia y de diversidad cultural”.

Durante el evento realizado en el Museo de la Ciudad de México, asistieron los secretarios de Turismo, Miguel Torruco Marqués; de Desarrollo Urbano y Vivienda, Simón Neumann; así como embajadores acreditados en México de Australia, Haití, Noruega, Pakistán y Palestina; además de distinguidos miembros del cuerpo diplomático de Bélgica, Canadá, El Salvador, Noruega, Israel, Suiza, Uruguay, Filipinas, Honduras, Nueva Zelanda, República Checa, Grecia, Corea del Sur, Estados Unidos, España, República de Vietnam, Finlandia, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Costa de Marfil y China.

Ante la proximidad de este evento, activistas, defensores de derechos humanos y población LGBTTTI expresamos nuestra preocupación por la presencia en este evento de naciones cuyas legislaciones atentan contra los derechos humanos de la población lésbico, gay, bisexual y transexual al criminalizar las relaciones afectivas entre personas del mismo sexo.

Los homosexuales somos perseguidos por ley (incluyendo la pena capital en algunos casos) en más de 70 países, según el informe más reciente de la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA), pero la lista de naciones donde nuestras poblaciones son víctimas de actitudes discriminatorias, violentas o persecutorias, incluyen a varias de Europa, es mucho más larga.

Según cifras de Amnistía Internacional, 38 de los 54 países del continente africano criminalizan las relaciones homosexuales entre adultos. En Mauritania, Somalia o Sudán, este “delito” puede llevar a una sentencia de muerte. En Nigeria, cárcel; en Uganda, cadena perpetua.

África es, junto con Oriente Medio, los sitios más peligrosos para vivir la homosexualidad de manera abierta, pero la persecución y la discriminación se extienden, en diversos grados, a lo largo y ancho del planeta.

Es cierto que en los últimos años ha ido disminuyendo poco a poco el número de países donde se criminaliza la homosexualidad, pero también lo es que las leyes en las que se reconocen sus derechos se siguen midiendo con cuentagotas.

El factor religioso, o la interpretación fundamentalista de algunos credos, en la persecución legal a los homosexuales son especialmente notorios en Estados de mayoría musulmana en Oriente Medio donde se aplica la sharia (ley islámica), y en el África Subsahariana.

En los primeros, la lectura radical del islam llega a contemplar incluso la pena capital en países como Irán, Arabia Saudí o Yemen.

El continente africano se ha convertido en los últimos años en el lugar del mundo donde es más peligroso ser homosexual. El caso más reciente y con más repercusión internacional ha sido el de Uganda, cuyo presidente, Yoweri Museveni, firmó a finales del pasado mes de febrero una ley que aumenta las penas de prisión contra los homosexuales, incluyendo la cadena perpetua para aquellos que ‘reincidan’, y que castiga a familiares y allegados que no denuncien estas prácticas. En la misma línea de Mugabe, el presidente ugandés quiso dejar claro con la aprobación de esta norma su “independencia frente a las presiones occidentales”.

En Nigeria, el presidente del país, Goodluck Jonathan, ha propuesto otra ley que castiga el matrimonio entre personas del mismo sexo con 14 años de prisión para cada miembro de la pareja. Además, cualquier persona que muestre en público, de forma directa o indirecta, una relación homosexual será condenada a diez años de cárcel, según la nueva legislación. La ley cuenta con un amplio apoyo entre la población, muy devota y mayoritariamente cristiana y musulmana.

Según denunció Amnistía Internacional en un informe sobre la criminalización de las relaciones del mismo sexo en la región, titulado “Transformando al amor en un crimen” y publicado en junio de 2013, “los ataques y la persecución a homosexuales en el África subsahariana son cada vez más visibles, la homofobia está alcanzando niveles peligrosos”. El documento añade que “en muchos casos los ataques han sido alentados por políticos y líderes religiosos”.

“En Camerún, las personas son arrestadas con frecuencia después de ser denunciadas a las autoridades por ser gays o lesbianas, en base a su apariencia o rumores. Algunos individuos fueron encarcelados hasta por tres años sin proceso judicial o cargos en base a esas denuncias”, añade el informe. Ex detenidos dijeron a Amnistía que fueron golpeados con frecuencia y sometidos a “procedimientos invasivos como exámenes anales forzosos”.

En Arabia Saudita, todas las relaciones sexuales que no sean efectuadas dentro del tradicional matrimonio heterosexual son consideradas un crimen, castigado, en algunos casos, con la pena de muerte. Al no existir un código penal escrito, la pena contra personas convictas por homosexualidad o sodomía varía desde castigos como cárcel, multas, palizas o, para un extranjero, la expulsión, hasta confinamientos en una institución mental o ejecución pública.

En Yemen, la homosexualidad, aparte de un estigma social, es ilegal, y los castigos que recoge la legislación pueden ir desde la flagelación hasta la pena de muerte.

Yemen es uno de los cinco países en todo el mundo, junto con Mauritania, la mencionada Arabia Saudí, Sudán e Irán, que contemplan, aunque sea en teoría, la pena capital por la práctica de relaciones sexuales consentidas entre personas adultas del mismo sexo. Las páginas web gays y lésbicas son bloqueadas por el Gobierno yemení, y no existen lugares públicos o semipúblicos para gays o lesbianas.

En 2005, en Irán, otro de los países donde la homosexualidad puede estar penada con la muerte, dos jóvenes recibieron 228 latigazos y fueron ahorcados en medio de una gran multitud en la ciudad de Mashhad por mantener una relación homosexual entre ellos. El Gobierno acusó a los jóvenes de haber violado a un niño pequeño, pero otras fuentes desmintieron estos cargos. A raíz de esta ejecución, algunos países europeos como Suecia, Holanda, Alemania, el Reino Unido y Rusia, contemplaron detener las extradiciones de gays a Irán

En Marruecos, y según denunció Amnistía Internacional, un tribunal confirmó en enero de 2008 condenas de hasta 10 meses de prisión impuestas a seis hombres declarados culpables de “conducta homosexual”.

Y en Egipto, 24 hombres fueron detenidos por “práctica habitual de libertinaje” y 20 de ellos fueron condenados en 2008 a entre uno y tres años de prisión. La mayoría fueron obligados a someterse a exploraciones anales para “demostrar” que habían tenido conductas homosexuales.

En Birmania y Uzbekistán es ilegal y se aplican penas menores.

La homosexualidad es ilegal en Malasia, Brunéi y Singapur, con castigos, en este último caso, que pueden llegar a la cadena perpetua.

A mediados del pasado mes de diciembre, India anunció el reestablecimiento de la ilegalidad de las relaciones entre homosexuales, cuatro años después de que fueran despenalizadas. La decisión, tomada por el Tribunal Supremo indio, anulaba una sentencia de un tribunal en Delhi que había legalizado la homosexualidad en 2009, tras una campaña de más de una década por organizaciones civiles locales. El Gobierno ha solicitado a la Corte Suprema que revise su dictamen.

La lista de países americanos que penalizan en alguna forma las relaciones homosexuales incluye a BarbadosBeliceGranadaGuyanaJamaica y Trinidad y Tobago.

Amnistía Internacional denunció en 2012 la “discriminación constante” que sufren las personas homosexuales en países europeos como LetoniaLituaniaBulgariaCroacia,SerbiaHungríaMoldavia o Rusia.

En un informe anterior, de 2009, la organización señalaba que las autoridades de varios países europeos “continúan fomentando un clima de intolerancia y discriminación contra lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, lo que dificulta aún más que se escuchen sus voces y se protejan sus derechos”.

Durante 2008 y el primer semestre de 2009, las autoridades prohibieron actos públicos en apoyo de las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero enBielorrusiaLituania y Moldavia.

El caso de Rusia es especialmente significativo, como se puso de manifiesto recientemente con la aprobación, por parte del Gobierno de Vladimir Putin, de dos leyes que prohíben la “propaganda homosexual” y la adopción de niños rusos por homosexuales extranjeros. Otras propuestas pretenden impedir a los homosexuales donar sangre y retirar la patria potestad a padres homosexuales. Además, grupos neonazis atacan, a menudo impunemente, a homosexuales en el país.

En junio de 2009 el Parlamento de Lituania decidió seguir adelante con un proyecto de ley que, según Amnistía, “institucionaliza la homofobia y supondría prohibir el debate sobre la homosexualidad en las escuelas, así como toda referencia a ella en cualquier información pública que puedan ver menores”. La ONG añade que “la reforma propuesta equipara la homosexualidad a la violencia física o psicológica, a la exhibición de un cuerpo humano muerto o cruelmente mutilado y a información que suscite temor u horror o fomente la automutilación o el suicidio”.

Ante esta situación, es justo cuestionar al gobierno de Miguel Mancera al promover culturas que se contraponen no solo con la declaratoria de una ciudad gay friendly, como es la ciudad de México, también se pone en entredicho las líneas de trabajo que tiene el gobierno del distrito federal en materia de derechos humanos y lucha contra la discriminación y la apología del odio y la violencia.

* El autor es periodista y se publica su texto con su venia. Se publicó originalmente en el Facebook de Alonso Hernández.

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