Por Dan Santos
Algo anda mal cuando la inmensa mayoría de los activismos, influencers, ONGs y luchadores sociales LGBTTTI, protestan enérgicamente porque un colegio le prohibió a un chico ir con las uñas pintadas, un diputado critica a las drag queens o un barrendero de institución pública es grosero con una pareja gay, pero CALLAN cuando López Obrador recibe a los pastores evangélicos y hace oración en Palacio Nacional, cuando les entrega 7 mil becas de “Jóvenes construyendo el futuro” para que les den una hora diaria de adoctrinamiento religioso, cuando tiene a pastores cobrando en ese programa, cuando distribuye a través de las iglesias evangélicas su “Cartilla Moral”, cuando habla de darles concesiones de radio y TV a los grupos religiosos, cuando impone en la CNDH a una inepta e incondicional que niega los asesinatos de periodistas, cuando propicia un criminal desabasto de medicamentos antirretrovirales y pone en riesgo la salud y la vida de miles de personas; AHÍ NO DICEN NADA.
Sepan, que muertos, no van a poder besarse, ni hacer drag, ni ir a la escuela con las uñas pintadas.
Sepan que sin derechos garantizados en las normas jurídicas y con las instituciones tomadas por grupos religiosos conservadores, lo de menos va a ser ponerse una falda; no tendrán derecho ni a la salud, ni a la educación, ni a la protección del Estado contra la discriminación y los crímenes de odio.
Su silencio en los temas graves y delicados es criminal y cómplice.
¿Qué, se trata de “portarse bien” para que nos patrocine edición de libros, nos den becas, viajes y financiamiento a proyectos? ¿A eso obedece su silencio? ¿O es estupidez y fanatismo puro?
* Tomado del muro de Dan Santos a quien le agradezco me permita reproducirlo en este espacio…