8 agosto 2005
El derecho a la No Discriminación constituye hoy una línea de flotación de nuestro sistema democrático que lamentablemente no se hace visible, señaló el maestro Emilio Álvarez Icaza Longoria, residente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), en la entrega de reconocimientos del Primer Premio Periodístico Rostros de la Discriminación.
El titular de la CDHDF indicó que si bien el tema de la No Discriminación, visto como un derecho se convierte en una agenda indispensable para la vigencia de nuestro sistema democrático, actualmente los organismos públicos y de la sociedad civil tienen enormes pendientes y desafíos.
En la ceremonia de premiación de este concurso periodístico, convocado por la CDHDF, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Fundación “Manuel Buendía”, Álvarez Icaza informó que en lo que va del año, la CDHDF sólo ha recibido 19 quejas en materia de No Discriminación, porque todavía no se concibe como el ejercicio de un derecho y no se utilizan los instrumentos existentes.
En presencia de José Luis Gutiérrez Espíndola, director general adjunto de Vinculación, Programas Educativos y Divulgación del Conapred; la periodista Carmen Aristegui; Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación “Manuel Buendía”, y los periodistas ganadores, Emilio Álvarez Icaza dijo que la intención de este premio es la construcción de una cultura democrática, para el pleno ejercicio de nuestros derechos, a lo cual también contribuyen las y los periodistas con su trabajo cotidiano.
Mencionó que la existencia del Conapred es positiva, pero manifiesta un retraso democrático, porque deberían existir este tipo de entidades en todos los estados, así como leyes que garanticen la No Discriminación y “que no sólo fuera un principio de buena voluntad, que no sólo fuera una gesta testimonial, como en algunos casos se ha visto”.
Confió en que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) apruebe una Ley que garantice la No Discriminación para la ciudad de México, una vez que el jefe de gobierno, Alejandro Encinas, presente la iniciativa, como lo ofreció recientemente en atención a la Campaña Permanente por la No Discriminación, que trabajó esta CDHDF junto con instituciones públicas y organismos de la sociedad civil.
Emilio Álvarez Icaza expresó que la esquizofrenia social manifiesta en las conductas discriminatorias se da no sólo en términos de negación, sino de una extraordinaria violencia, y el hecho de que las recientes muertes de personas por su orientación sexual no se hayan convertido en un tema que alarme, indigne o mueva la conciencia social, así lo demuestra.
Por eso, agregó, es tan importante hacer visibles los rostros de la discriminación, por eso es tan importante el trabajo que los periodistas realizan porque hacen visible lo que a veces la sociedad a través de sus pautas culturales o relaciones sociales se empeña en hacer invisible.
El presidente de la CDHDF señaló que la discriminación incita a excluir ciertas categorías de la población, a prohibirles el acceso a servicios y limitar el ejercicio de sus derechos humanos. La discriminación, agregó, puede reconocerse por sus efectos o sus consecuencias, directas o indirectas: exclusión, separación o segregación, subordinación y eliminación.
José Luis Gutiérrez Espíndola, director general adjunto de Vinculación, Programas Educativos y Divulgación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), afirmó que la problemática de la discriminación en el país es una de las más graves y extendidas.
Dijo que aunque la visibilidad social y mediática de la discriminación no parece muy antigua, lo cierto es que conforme la sociedad toma conciencia acerca de su existencia, alcance y dimensiones, se ha empezado a desarrollar en el país un proceso de información, discusión, crítica, legislación y acciones institucionales para combatirla.
Reconoció que hoy en día la realidad sociopolítica sería inaccesible sin la presencia de los medios de comunicación, quienes, dijo, desempeñan un papel crucial en la construcción de la imagen que la población tiene del espacio público.
Señaló que los trabajos premiados en el concurso periodístico Rostros de la Disriminación tuvieron la virtud de abrir a la mirada de los ciudadanos prácticas de exclusión y desprecio hacia grupos de personas que por ser tan constantes parecieran naturales, lógicas y hasta merecidas.
Gutiérrez Espíndola dijo que los trabajos periodísticos pusieron el dedo en la llaga de la discriminación en México, ya que ayudan a recorrer un camino que nadie puede transitar por sí solo, que es el camino de la denuncia y el combate a la discriminación.
Apuntó que en una sociedad democrática genuina los derechos fundamentales de las personas no tienen por qué chocar, sino complementarse para elevar la calidad de vida ampliar las libertades de todas ellas, y el premio Rostros de la Discriminación, agregó, es un gran ejemplo de lo que pueden hacer la libertad de expresión y el trabajo de calidad de los medios para avanzar en las metas comunes de una sociedad justa.
A su vez, Carmen Aristegui expuso que este premio es un ingrediente fundamental para alimentar el debate, llamar la atención de la importancia de este tema, y sobre todo para darnos cuenta de lo que falta por hacer, de las taras sociales, de la renuencia a aceptar lo diferente y a ser tolerante frente a los demás. Invitó a trabajar en la educación a los medios de comunicación, para alertar a la población sobre conductas que podemos practicar sin reconocer como discriminatorias “y hacer valer los poderosos instrumentos de la radio, la televisión y la prensa para vernos en ese espejo”.
Se refirió a la necesidad de una Ley que pueda identificar conductas y acciones para que no haya duda de lo que es discriminación, en la que dijo hay un largo terrero para juristas y constitucionalistas; pero también hay un largo camino para la sociedad mexicana, para definir un marco de coexistencia, donde se vayan rompiendo las barreras de la discriminación.
Por su parte, Omar Raúl Martínez, presidente de la Fundación Manuel Buendía A.C., señaló que el concurso periodístico Rostros de la Discriminación tuvo como fin reconocer y fomentar la excelencia periodística en las temáticas de la No Discriminación, la tolerancia y la diversidad.
Comentó que en esta primera convocatoria se abrió la participación en los géneros de crónica y reportaje; sin embargo, añadió que la mayor parte de los trabajos recibidos en prensa escrita, radio y televisión fueron enfocados al reportaje, por ello el jurado determinó declarar desierta la categoría de crónica.
Martínez afirmó que con este premio las instituciones convocantes buscan destacar el periodismo que ante todo busca defender, promover y hacer valer los derechos y libertades de todas las personas.
Los trabajos periodísticos ganadores fueron:
En la categoría de Radio, Víctor Bárcenas, de Radio Educación, por la serie de reportajes Homosexualidad en México. Un mundo de Discriminación. Estos reportajes se transmitieron en el noticiario Pulso de Radio Educación, del 11 al 13 de julio del presente año.
En televisión, el jurado determinó empate en esta categoría. Karla Iberia Sánchez Sánchez y Marco Antonio Silva Martínez de Noticieros Televisa por la serie de reportajes Discriminación en México, en los cuales abordaron cinco temas: embarazo, VIH/Sida, Tatuajes, Discapacidad y Grupos Indígenas. Esta serie fue transmitida del 24 al 28 de enero de 2005 en el Noticiario con Joaquín López-Dóriga.
Así también, José Antonio Hernández Martínez, de Canal 22, por la serie de reportajes “Los Rostros de la Discriminación”, trasmitido en el noticiario ventana 22 con Jacaranda Correa los días 29 y 30 de junio y 1 de julio del presente año.
En el rubro de Prensa Escrita, los trabajos ganadores fueron el de María Luisa López Hernández, de La Revista de El Universal, por el reportaje Yo Discrimino, ¿Tú Discriminas?, publicado en la semana del 22 al 29 de agosto de 2004; y el de José Antonio Medina Trejo, de la Agencia Notiese/La Jornada, por la serie de reportajes La Discriminación y Violación de Derechos hacia militares que viven con VIH/Sida, publicados el 7 de junio, 20 de agosto, 15 de septiembre de 2004 y 3 de febrero de 2005 en el periódico La Jornada a través de la agencia de Información Notiese.
A nombre de los premiados hablo María Luisa López Hernández quien aseguró que no sólo vale la pena, sino que es necesario contar estas historias referidas a la discriminación. Se tiene que hablar de lo difícil que puede ser en nuestro país encontrar o buscar igualdad. Corresponde a los medios de comunicación masiva, añadió, contar con mayor amplitud y rigor estas historias, mostrar este rostro vergonzante en busca de reflexiones y cambios, en lugar de contribuir de manera irresponsable a fomentarlo.
Destacó que el debate sobre la eficacia de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, promulgada en 2003 y aún poco conocida, debe abrirse; ¿es posible su modificación para dotarla de carácter punitivo y no sólo preventivo o de conciliación?, preguntó. También consideró necesario reforzar las campañas de organismos públicos defensores de Derechos Humanos a favor de la cultura de la denuncia y la orientación.